Alone again... or?

El sábado pillé una insolación, el domingo fue mucho peor. La madrugada hacia el lunes me pilla con la Antología del cuento triste en las manos y una bolsita de gel frío sobre la tripa. Me está haciendo gracia la historia de la señora que nunca devuelve los libros de la biblioteca a tiempo, aunque vive a dos manzanas de allí, y realmente no los necesita. Muchos años después de vencer el último plazo, decide acercarse al sitio, encontrarse con un ex marido querido y recordar el amor y todo eso, y la forma tan extraña que tiene de disfrutar del presente, con semejante retraso. Así que bien, hay gente en el mundo que al menos escribe sobre esto, no sé si habrá tenido que sacárselo de su imaginario o por observación de los que somos un poco así, retrasados temporales. Si escribes sobre algo, da por sentado que es real, y que existe.

Espero que A duerma esta noche, y como mínimo tenga la mente en negro. Espero que se le estén curando los cortes de la frente, para que la próxima vez que nos veamos no le pueda mirar las marcas, y sea algo más locuaz sin que me distraiga ningún pensamiento errante, o recuerdo errante de personas errantes que sólo dejan estelas. El mismo cd que aún se lee guarda mails y guarda entradas de este blog desde octubre de 2003.

Esta va sobre el cohete humano, ese que vuela por los barrizales y hace demás cosas estúpidas que dan ganas de partirle la cara si no fuera porque ya la lleva un poco partida en previsión de todos sus males futuros. Espero que la vida te abra caminos más amplios y veas el lado enriquecedor de andar una temporada a solas por la ruta. ¿T´a cuerdas de las botitas? ¿Seguirán en el estante?

lunes, marzo 08, 2004

Tengo un secreto que estoy deseando contar... En teoría sería algo tremendamente malo o como mínimo decepcionante. Pero yo opino todo lo contrario. No comprendo bien mi manera de razonar, lo cual es una contradicción imperdonable y con la cual no se puede vivir. Comparto la existencia conmigo, que soy tan distinta de mí que no me soporto. Pero aunque suene poético, ni los secretos más horribles parecen tan negativos ante los razonamientos de una de las personas que hagan lo que hagan resultan maravillosas. tiene tres años más que yo, pero ha vivido tantas vidas que no podré alcanzarlo aunque parase su reloj una década entera. A veces, como esta madrugada, ha levantado la vista de sus circuitos para escribir como si dijese "2+2 son siempre 4", (porque así es como debería de ser, para nuestra salud mental y fisica).. para decir, de repente... "a veces nos acostumbrarmos a elegir solo de lo k nos ofrecen", como si hablase de comestibles, de pepinos o zanahorias, de cosas agradables como la carta del menú o una hilera de helados, cuando lo cierto es que se refería a un asunto que él comprende desde siempre por culpa de esa sabiduría, de esos tres años misteriosos en el que fué raptado por un mago de la montaña y trasladado a otra galaxia, en un mundo paralelo donde le enseñaron sólo cosas buenas y amables, y lo hicieron como es....