sábado, 29 de octubre de 2005

El esplendor en la hierba

Siempre he creído que los escritores con talento, o los cineastas, también
los músicos... podrían reducir sus ideas en una frase, y esa única frase
sería el germen de todo lo que creasen después, y el punto que le pone fin,
como si se tratase del principio. Y esa frase sería lo que perdura siempre,
cuando abres un libro, revisas la historia o te interesa un película.

Y esas frases, que andan escondidas entre millones de párrafos vacios,
pueden tomar nuevos dueños y renacer.

Aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor en la hierba de la
gloria en las flores, no hay que afligirse. Porque la belleza siempre
subsiste en el recuerdo.....

miércoles, 26 de octubre de 2005

Una tele para 100

Llevaba una camisa negra, parcialmente arrugada, sobre unos vaqueros negros ?caros-, y unas deportivas adidas como las mías, en grandotas. Pero sobre todo recuerdo su pelo castaño y rizado, a través del cual he visto la película muda Nosferatu durante 65 minutos en los que, ocupando la mayoría de mi campo visual, no he podido hacer otra cosa que aprenderme de memoria su espalda. Tanto que después de todo el día, sólo puedo hablar del aspecto y de la silueta de ese chico y que se dibuja en mi retina cada vez que parpadeo...

No dejaba de pensar en la persona que tenía detrás, porque mi espalda sería lo único que estaría viendo. Y por lo tanto, lo único que se habrá llevado de recuerdo a su casa hoy. Creo que la clase de Historia del Cine, con 100 matriculados de cupo, bien merecería un proyector.

martes, 25 de octubre de 2005

Descubriendo la penicilina...

Cada día me asombro al descubrir nuevos tópicos, generalmente discutiendo sobre los antiguos. Y en la cantidad de pequeñas píldoras de información que obtienes poniendo orejas a lo mismo que has oído siempre. Y lo fácil que es opinar usando monosílabos de temas que dan la vuelta a si mismos. Y en lo poco que cambiamos las cosas para parar la rueda.

lunes, 24 de octubre de 2005

¿Mejor así?

Nada mejor para desdecirse que hacerlo con There she goes... again de fondo. Ya he acabado con la fase de quiero ser mejor, y me encuentro bien siendo víctima de la comodidad blogger- a.

Por muchas razones vuelvo a escribir aquí, aunque el espacio entre el monitor y el , el teclado y mi cuerpo, mi cuerpo y la mesa no sean las idóneas, y pulse cada tecla en una posición antinatural y retorcida.

No, nunca está una cómoda del todo, ni con tu plantilla, ni con tu sistema de publicación, con la versión del office que te corrige las faltas de ortografía ni con la persona que está al otro lado, leyendo.

Porque doy por mal sentado que la que escribe, lo hace incómoda en todos los aspectos. Pero al menos siente que por aquí puedo decir lo que tiene ganas de decir, aunque tamizado por los 2 segundos de desfase con la tecla. Así, aunque relea un párrafo y se le ponga el vello de los antebrazos como clavos al darse cuenta de que escribe en tercera persona... el narrador mantendrá un poco más cerrada su bocaza aquí.

Bueno, esta entradilla sólo sirve para que quien se meta pueda entender que tengo un presente escrito y un pasado también escrito que colgaré próximamente en formato doc por cuestiones de comodidad.

Ya sé que si fuese menos cómoda, todo sería mucho menos incómodo. Menos la mesa. Y las distancias.

martes, 11 de octubre de 2005

Basura

Una tormenta ha dejado agua y electricidad, poniéndonos de buen humor conforme el cielo se ennegrecía y la veíamos llegar.
Aunque se fue como vino, rápido, en cuanto hubo tocado el mar.
Luego, al dejar el coche bien aparcado sobre un charco de agua limpia, he bajado mi antigua televisión a la basura.
Antes de eso me ha dado un golpe en el estómago, primero a ver los portafolios de la escuela de arte dentro de un armario, ordenados. Y después por acordarme de nuevo que si acabo esta carrera universitaria no volveré a pisar esa escuela. Y tendré que ver esas carpetas cada vez que abra el armario, hasta el día que decida bajarlas al contenedor. Como he bajado mi antigua tele, porque sólo sintonizaba un canal.
No daba la talla.