Nada mejor para desdecirse que hacerlo con There she goes... again de fondo. Ya he acabado con la fase de quiero ser mejor, y me encuentro bien siendo víctima de la comodidad blogger- a.
Por muchas razones vuelvo a escribir aquí, aunque el espacio entre el monitor y el , el teclado y mi cuerpo, mi cuerpo y la mesa no sean las idóneas, y pulse cada tecla en una posición antinatural y retorcida.
No, nunca está una cómoda del todo, ni con tu plantilla, ni con tu sistema de publicación, con la versión del office que te corrige las faltas de ortografía ni con la persona que está al otro lado, leyendo.
Porque doy por mal sentado que la que escribe, lo hace incómoda en todos los aspectos. Pero al menos siente que por aquí puedo decir lo que tiene ganas de decir, aunque tamizado por los 2 segundos de desfase con la tecla. Así, aunque relea un párrafo y se le ponga el vello de los antebrazos como clavos al darse cuenta de que escribe en tercera persona... el narrador mantendrá un poco más cerrada su bocaza aquí.
Bueno, esta entradilla sólo sirve para que quien se meta pueda entender que tengo un presente escrito y un pasado también escrito que colgaré próximamente en formato doc por cuestiones de comodidad.
Ya sé que si fuese menos cómoda, todo sería mucho menos incómodo. Menos la mesa. Y las distancias.