miércoles, 10 de octubre de 2007

La relatividad; pluggin a la ley de Einstein

Una hora para ir, amargarte, otra hora para volver. Y al llegar, conseguir que blogger no te publique. Todo para lograr en cinco segundos el mismo efecto adverso y contraindicado de seis horas de clase.

Mi jersey perdido

La única manera de encontrar ropa que me guste en Granada es comprarla de segunda mano, y eso porque la traen de fuera. Las particularidades apretadas del granadino medio se reflejan sobre todo en las rebajas, quizás la única fecha razonable para cambiar Almería por Granada en cuestiones de envoltorios para nosotras, las bombonas veinteañeras. aquí el desperdicio de saldo es más bonito, mejor; las perneras rectas, los coolores razonables, unas punteras redonditas.... un bolso con cremallera...

La herencia árabe les obliga aapretarse por las autovías, igual que se aprietan los deditos de los pies.

Por eso llevo toda la semana intentando reponer un jersey que perdí en la facultad, color neutro, punto de seda, sin adornos... una quimera. Y sólo por eso, ya me siento extranjera.

Como acabo de llegar y sé que no voy a quedarme, hago uso de esta realidad artificial que creamos los que venimos de paso y dejamos como mucho, una estela en forma de pota en la calle Elvira.

martes, 9 de octubre de 2007

Las mujeres literarias y ya no tengo domino

Los escritores fabrican mujeres ideales. Ideales fisicamente, porque las adornan con retales de las muchas mujeres guapas que andan por la calle, e ideales moralmente. Voluntad de hierro, consecuentes, valientes. Como ellos mismos dirían; con dos cojones.

Los tios chuscos que ni escriben ni les interesa pensar en letras o en cualquier otra cosa que les quede a más de un metro, les atraen las chiquillas clónicas que nacen y mueren dentro del radio de acción de su moto jogs, con las que transportan ese metro cuadrado de un barrio a otro barrio.

Los genios quieren que sus mujeres tengan los atributos que todos consideramos masculinos, y gran parte de ellos deciden simplemente enamorarse de eso; un hombre. Supongo que porque la línea que nos define a las chicas es un muro que nos separa de algo. Y para algunos, ser defensor de el género femenino pasa por la adaptación de éste a aquel. Conste que hablo de escritores, los de Smila, los de Tánger y la Reina del Sur...

Pues no se yo. A mi me parece que las personajas de las escritorajas son más mujeriles, extremadamente mujeriles. Y yo me lo he creido y ahora me caen mejor los tios porque tengo tendencia a hacerle caso a todo, excepto a lo que yo misma concluyo.

pdta: por cierto, olvidé pagar mi dominio aidil.net y lo he perdido todo. Sobre todo mis opciones para recuperarlo, junto con mi correo.

Si hay alguien que entre, me lea, y tenga interés en ofrecerme panoja.... apuesto mi optimismo contra el mundo real, un todo a nada. Como todos.