cha cha cha changes...

He vuelto de pasar todo el mes de Agosto conviviendo las 24 horas del día con una persona que no es de mi familia. Es la primera vez que elijo voluntariamente con quien compartir las horas del día, y tengo que decir que... no todo en la vida es un colchón de látex ni una pantalla de 19".

Ahora que estoy de vuelta, las obligaciones se acumulan en mi mesa y tengo el armario de las decisiones tan apretado que cuando lo abra por fin, se me van a caer todas encima, desordenadas como me gustan, para que las vaya recogiendo una de aquí y otra de allá según hayan aterrizado en el suelo.

De todos modos mi casa es una depresión de 200 metros cuadrados distribuídos en un salón tétrico, un cuarto de horror y estar, dos baños de completa pena, una cocina al rojo vivo, tres dormitorios funerarios y un enorme pasillo como para que corra el niño montado en su triciclo el niño del resplandor.

Dicho lo cual, creo que me voy a mudar, por ahora sólo de blog. Mandaré mailes a quienes me tengan enlazada una vez haya consumado la intención, y quienes quieran saber la nueva dire, pues un mail y ya.

Qué fácil es hacerlo y qué dificil pensar cómo.

The Happy Tree vacation, yeaaaah

Parecería que me hubiese ido de no ser por mi ausencia de moreno intenso (no me han dejado ir a la playa últimamente), pero en realidad es ahora cuando me voy de vacaciones, ya que en toda la última semana han pasado un poco de mi, y yo de ellos.

Dejo un regalito cultural para estómagos recién comidos.