viernes, 20 de enero de 2006

Radio patio

He crecido entre los gritos de ésta, nuestra comunidad de vecinos. Y hemos evolucionado en nuestras propias maneras de hacernos visibles o molestos para los demás. Cada cual escogió la más adecuada a sus gustos o su personalidad. Así por ejemplo, en el bloque que hay justo al lado del mío, de cuyo patio interior me separa menos de cinco metros, se encuentra la verdadera familia autóctona de lo que fue este barrio años atrás, antes de que la especulación inmobiliaria desalojara a nuestras prostitutas y narcotraficantes de mediana estofa. La familia autóctona produce sonidos bucales sobre todo, desde peleas maritales donde no se podría especificar quién de los dos, si el hombre o la mujer es el maltratador ? sobre todo porque no se distingue ningún tipo de tema de discusión, y ambos gritan como unos calamares en el microondas? hasta la Yoli. La Yoli es alguien que debe de hacer muchas trastadas, o siempre anda perdida, o nunca está donde debe. El grito de Yoooooooli ha sido sin duda, el más emblemático de mi infancia. Yoli desde el año 80 y pico hasta esta tarde. Veinte años de Yolis. Yoli y a veces, en otro tono, Yolanda. Cuando era Yolanda inmediatamente después oías una zurra y un llanteo de niña histérico. Los llanteos desaparecieron cuando tuve edad para denunciar. Ahora deben de pegarle a un gato que llora de noche.

Que llora todas las noches, con el mismo sonido que haría un bebé de pocos meses, pero el del gato es rítmico y como musical. Como un buah buah buah en 3 x 4.

El segundo vecino es el primo retrasado del Neng, el acumulador de denuncias por contaminación acústica y terrorismo musical. El chaval suele lanzar también gritos de tarzán antes de darle a la rueda de su equipo musical, que yo siempre he imaginado como una radio de coche conectada a un par de amplificadores tamaño jumbo, orientados al exterior. Cuando entra en acción, también acompañan el sonido de docenas de ventanas de aluminio viejo, cerrándose con un chirrido. Menos la que se abre para gritarle cabrón, que es la de un vecino de los pisos bajos con muy mala hostia, pero a los que todos agradecemos su generosidad cada vez que llama a la nacional.
Una memorable vez, nos enchufó a la Pantoja en radio patio. Creo que llamé a alguien y saqué el teléfono por la ventana, de la excitación.

Mi vecino de abajo es bajista en un grupo local.

Mi vecino de enfrente espía.

Un vecino o vecina tiene los altavoces del pc tan altos que oímos los zumbidos de su Messenger.

Y encima de mi cuarto mueven muebles a las 3 de la mañana, cuando yo estoy aquí en mi cama? viendo cualquier peli depresiva para poder dormir.

3 comentarios:

  1. Jajajaja, interesante fauna. ¿Y lo entretenida que debes estar con tus vecinos?

    Esta muy bien la nueva plantilla.

    ResponderEliminar
  2. Los Colores Blanco y celeste... no seras del Poli?

    ResponderEliminar
  3. No, y me da muncho asco el rollo ese del poli y el almería... lu sientu, no hay aficción.

    El problema del scroll creo que está en la redirección del dominio, que no va bien con blogger.

    so... saludos!

    ResponderEliminar