miércoles, 5 de abril de 2006

Iros todos a comer bellotas

Las tallas son un invento que ha dejado de servir para catalogar la ropa y han empezado a convertirse en el nuevo corsé para las tipas que poblamos el mundo. Y las cifras, que no deberían de servir mas que para efectos prácticos, ahora son entidades superiores, jueces estelares, fiscales antivicio.

Las hay culpables por? y felices por? y todos los por acaban en un número. Lo flipo.

Mi cuerpo, que es por otra parte una puta birria, debería de sentirse aceptado y guay en cualquier tienda de trapos / zapatos de occidente. Y así es, dado que la talla estándar S, llave que abre todas las puertas, me cabe y me empaqueta, dependiendo de la marca que le haya puesto el número.

Basta una pequeña variante corporal de digamos, 4 kilogramos, una cantidad que todos somos susceptibles de perder por motivos no relacionados con el carburante; pongamos nerviosismo, estrés, insomnio, infelicidad, depre, aburrimiento, un festival de música veraniego, estar muy cabreado mucho tiempo, derrochando energía? cosas de roedores, lo normal y esporádico? Pues bastan esos cuatro mil gramos para que una nutricionista media te quiera ingresar, tras inspeccionarte el gaznate, preguntarte cómo, dónde, cuándo y con qué peli te provocas el vómito o si ni llegas a tragar, haciendo uso de la vieja técnica de todo a la servilleta, o todo al perro si hay perro.

Exagerá que dirán. Pero lo he tenido cerca, y lo he tenido encima. Neurosis social por los numeritos referidos sobre todo a la mujer, sobre todo si eres joven.

Neurosis que chupamos de cualquier referente importante para cualquiera; moda, familia, revistas, el tomate.

La última moda es detectar anoréxias? porque ya no queda bien llamar la atención sobre la gordura; ahora lo que es bueno y sano es defender la estrecha linea de idoneidad que nos dejan entre estar enferma y estar delgada, franja de unos 2 a 2 kilos y medio con cuidado de no pasarse.

Y digo lo de no pasarse porque seis meses después de salir despavorida de mi nutricionista, tras haber ganado 3 kilos y una talla a base de meditación oriental y rezos al frigorífico, mi madre me ha definido como culona ?ancha de abajo?.

Por supuesto, mi madre es modista, y me tomaba las medidas para sus labores. Mi ratio cadera ? cintura está bastante cercano al de ? como decirlo para que se entienda? la tal Kate Moss. El ratio eh? pero es que tengo problemas para saber que número de talla me toca en suerte porque tengo unas bonitas caderas que deben de ser delito en la jurisdicción de inditex.

Si hubieran tenido razón en su momento aquella señora y aquella madre mía, estaría en tratamiento por ser culpable de traspasar, hacia un lado y hacia otro, la zona roja de idoneidad inducida, esa que entre unos y otros han puesto ahí para hacerse pajas mentales y no mentales, convertirnos en estreñidos mentales y no mentales, y preocuparnos por cosas de las que no se preocupa la gente que de verdad está interesada por la vida.

Así que ahora no sé a quién ofendo? seguramente, me estaré ofendiendo a mi misma por pensar siquiera en esto.

8 comentarios:

  1. Nada que un kilo de chocolate semanal no arregle.
    Albricias porque te entre la ropa!

    ResponderEliminar
  2. bueno...pues si no te mola tu cuerpo, cuando kieras me lo dejas un rato ;)

    ResponderEliminar
  3. Dile a tu madre que tu culo es perfecto, y tú cuerpo esta proporcionado.

    Si tu fueras mi madre, papá dormia en el sofa esta noche.

    !!!! Guapa !!!!

    ResponderEliminar
  4. Todo consumismo como siempre... De sobra sabemos que las tallas son tan subjetivas como los miles de euros que sean capaces de generar. Así que se alargan o estrechan por arte de magia según fabricantes ¿no?
    Mi medida preferida es mi viejo cinturón al que añado o quito agujeros según haya pasado el invierno o el verano. ;-)

    ResponderEliminar
  5. Jeje, mi cuerpo el pobre está peor por dentro que por fuera. Pero el post no va de MI cuerpo, va de hasta dónde llega la neurosis de la talla. Es que antes se estaba "gorda" o "delgada" por criterios más normales y obvios. Ahora entre una cosa y otra media un par de kilos. Es como si estrechasen el cerco. Las discusiones por la talla se centran en la 36 o la 38. El resto ya se presuponen fuera de la sociedad, del molde, de toda esa mierda. Y luego son los bárbaros quienes les vendan los pies a las niñas, o les anillan el cuello a las mujeres somalies...
    por cierto, en este blog no entran tías??

    ResponderEliminar
  6. "Cuando el sabio señala al cielo, el tonto mira el dedo"

    Venga!! todos a decirle a Lidia q está buena!!!

    ResponderEliminar
  7. por cierto, se me olvidaba:

    "(C'mon) Oh won't you take me home tonight?

    Oh down beside your red firelight,

    Oh and you give it all you got

    Fat bottomed girls you make the rockin' world go round

    Fat bottomed girls you make the rockin' world go round"

    ResponderEliminar