miércoles, 26 de abril de 2006

Hogar, maldito hogar

No sé por qué me quedé pensando esta mañana en un mensaje que A me dejó por el Messenger mientras no estaba. Algo relacionado con préstamos hipotecarios, casas, planes, y que enlazaba con lo que me contó en otra ocasión sobre remodelaciones, tabiques, obras, tiempo y planes.

Luego me vino a la mente otra conversación que tuve con E hace poco, sobre préstamos hipotecarios, casas, planes, y que enlazaba con lo que me contó en otra ocasión sobre metros cuadrados, trasteros, y número de habitaciones.

Y ya, como último pensamiento volátil, estaba M y la inmobiliaria que le quiere captar para temas de alquiler?

No escribo ninguno de estos tres casos para invocar algún tipo de gafe. Es que estaba mirando esta mañana las paredes de mi celda mientras me rascaba la espalda y me ha sobrevenido un retortijón estomacal bastante desagradable. Eran las 8 y poco y yo ya me había despertado con esos tres pensamientos listos para empezar el día.

Así que me levanté, metí los pies en mis zapatillas de pelito, tiré un altavoz de paso, fui al baño de mi cárcel y miré la evolución del grano nuevo nacido donde más se ve. Di un suspiro y un bostezo a la vez y regresé a la cama, donde decidí que este día no iba a existir.

3 comentarios:

  1. Pufff, no me lo recuerdes... me acabas de fastidiar la mañana, ;-P

    ResponderEliminar
  2. Voy a aprovechar este pequeño espacio de una buena amiga para decirlo, menuda hijogranputada, da igual lo que busques como casa cuando crees tenerla mas cerca resulta que la casa da un pasito hacia delante para irse, para joderte un poco.
    Cuando vallais atraves de una immobiliaria a ver un piso, NO FIRMEIS NADA, hacedme caso. Tener presente que vais a necesitar entre 3 y 4 millones mas de pts para arreglar los papeles, cruzar los dedos para que no os pidan una parte del dinero de la casa en B, un seguro de vida... Y con suerte, despues de todas las cuentas os quedaran 100 euros mensuales para disfrutar la vida jajajajajajaja. Sigo pensandomelo.
    Espero que cuando me veas sentado en la puerta de cualquier iglesia con un carton de vino blanco y un cartel que te indique que tengo que alimentar tres churumbeles, no me niegues un bocadillo.

    ResponderEliminar
  3. A, lo tuyo no tiene nombre. A ver si nos ponemos de acuerdo para hablar y me cuentas la historia entera.
    A mi tita le hierve la sangre cuando le comento alguna cosilla de tu curro -por encima-. por lo menos sabes que aquí tienes casa. ::))

    ResponderEliminar