lunes, 22 de enero de 2007

"No importa dónde huyas, siempre acabarás topándote contigo misma"...

Todas las situaciones, por muy distintas que sean entre sí, acabas mirándolas a través de los mismos ojos. Y resulta gracioso comprobar cómo puedes deformarlas hasta hacerlas parecerse. Y te das cuenta de que la vida es en realidad un plato de pocos ingredientes básicos y montones de combinaciones.

Y que yo cocino bastante mal, por cierto.

Hoy al fin está lloviendo después de este extraño verano en medio del mes de Enero. Hace frio pero no tanto como me apetecería. Por ejemplo, ya debería de haber visto nevar por primera vez en mi vida, pero sé que aún no ha llegado el momento, quizás porque los días pasan demasiado lentos como para que ocurra algo brusco, como un cielo roto cayendo a trozos sobre la carretera que me une a la ciudad.

Parece que de verdad no ocurre nada. Nada de nada en ningún lado.

1 comentario:

  1. Lo raro sería que no te encontrases contigo misma. Estaría genial eso de cambiar de persona según cambiamos de paisaje...

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