
Hoy tengo que darle las gracias a mi compañero de piso por el chocolate.
Por el chocolate, por el chocolate y por el chocolate. Y por hacer de chacha y dejarme hacer de todo menos de chacha. Y por taponar mis hemorragias.
Y por dejarse esta pieza en mi mesa, valorada en un sueldo, mientras cocina para mi.
Un detalle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario