miércoles, 10 de octubre de 2007

Mi jersey perdido

La única manera de encontrar ropa que me guste en Granada es comprarla de segunda mano, y eso porque la traen de fuera. Las particularidades apretadas del granadino medio se reflejan sobre todo en las rebajas, quizás la única fecha razonable para cambiar Almería por Granada en cuestiones de envoltorios para nosotras, las bombonas veinteañeras. aquí el desperdicio de saldo es más bonito, mejor; las perneras rectas, los coolores razonables, unas punteras redonditas.... un bolso con cremallera...

La herencia árabe les obliga aapretarse por las autovías, igual que se aprietan los deditos de los pies.

Por eso llevo toda la semana intentando reponer un jersey que perdí en la facultad, color neutro, punto de seda, sin adornos... una quimera. Y sólo por eso, ya me siento extranjera.

Como acabo de llegar y sé que no voy a quedarme, hago uso de esta realidad artificial que creamos los que venimos de paso y dejamos como mucho, una estela en forma de pota en la calle Elvira.

3 comentarios:

  1. ¿Sólo cambiarias Almería por Granada en las rebajas? mmm reconozco ese síndrome de los estudiantes en Granada... Normalmente se va diluyendo con los años...

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  2. mi teoría es que en Granada lo único interesante es lo que llega de fuera. Una realidad fugaz que se renueva cdonstantemente año académico tras año académico... y si no, que vengan en verano... por no hablar del tráfico, la contaminación, el clima, y de las ensaladas sin atún...
    argggg...

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  3. Totalmente de acuerdo, sobre todo en el clima y el tráfico, y en las tapas de los bares cutres. Yo me quedo con mi Almería en todas las épocas... Y más aún porque las fiestas por Pedro Antonio y Elvira que nunca volverán a ser iguales...

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